COVID-19: Teletrabajo. Diferencias socioeconómicas

La crisis del COVID-19 está significando un cambio muy repentino en nuestras vidas. No sólo está teniendo una serie de consecuencias sociales (las cuales analicé en otra entrada que puedes consultar aquí), sino también varios cambios respecto a nuestras rutinas diarias.

Fuente: http://www.freemake.com/blog/top-video-chat-software-for-video-calls-with-up-to-25-people/

Hoy vengo a comentar los métodos que se están implementando en el campo educativo desde que se inició la periodicidad de la cuarentena. Es evidente que pese a que estemos confinados en nuestros domicilios, nuestro país debería seguir funcionando con normalidad dentro de lo que cabe. Precisamente son las TIC las que nos permiten no estancarnos. De hecho, muchas familias están en comunicación gracias a ellas. No obstante, me voy a centrar en hablar las aplicaciones o programas que están optimizados para el campo educativo y el teletrabajo.

Muchas personas conocen Skype, la plataforma que tiene como objetivo llevar a cabo videollamadas entre varias personas. Muchos profesores y maestros de Educación Primaria están continuando con sus clases a través de este programa que es totalmente gratuito.

Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Skype_logo_%282019%E2%80%93present%29.svg

Otros han optado por el programa de Microsoft Teams. Esta aplicación la estamos utilizando para seguir algunas de nuestras clases dentro del Grado Universitario de Magisterio en Educación Primaria. Muy similar a Skype, lo que nos permite hacer además este programa es crear reuniones en las que el profesor preside la susodicha reunión. Va más focalizada a dar clases online en sí.

Fuentehttps://en.wikipedia.org/wiki/Microsoft_Teams

Además de estas, que son las principales, existen otras alternativas como Discord (optimizada para usarse mientras se juega a videojuegos pero que contiene similares opciones que Skype o Microsoft Teams) o las videollamadas de WhatsApp.

Pero frente a estas opciones se plantea un interrogante que nace de la brecha digital (sobre la cual puedes encontrar más información aquí). No todo el mundo tiene las mismas posibilidades para acceder a un ordenador, una tableta o un smartphone que les permita adentrarse en cualquiera de las aplicaciones anteriormente mencionadas, y por ende, a las clases virtuales. No sólo a estas, sino que también podríamos hablar de personas que ejercen un oficio que, debido a la situación de cuarentena, necesiten un dispositivo digital para continuar con sus tareas y que por su situación económica no pueda acceder a este.

No solo hablamos de las posibilidades de acceder a un dispositivo con el que se nos permita desarrollar un tipo de actividades, puesto que un factor prácticamente fundamental para el poder trabajar en la nube (subiendo o descargando archivos, accediendo a páginas de trabajo como es el caso del Aula Virtual o Campus Virtuales) es el de tener una conexión a internet. Si tenemos en cuenta que cuando el periodo de cuarentena comenzó muchas personas que estaban estudiando fuera y se tuvieron que volver a un entorno rural en el que no exista conexión a internet como tal, ¿cómo van a subir las tareas necesarias para aprobar el curso? O peor aún, ¿cómo van a examinarse de las asignaturas que tienen? Me encantaría saber qué soluciones propondrían aquellos profesores que se mantienen en la línea de trabajar en las clases online como si fueran clases presenciales, evadiéndose de dar soluciones o facilidades a problemáticas que muchos alumnos tienen.

Fuente: http://www.teorema.com.mx/cienciaytecnologia/buscan-reducir-la-brecha-digital-mundo/

¿Es justo? ¿Qué optativas podemos plantear ante la situación que sufren estas personas? Por supuesto que es completamente injusto. Existen diferentes optativas para sustituir los desajustes justicieros que nacen de esta problemática. Algunas de estas ideas ya están reforzadas por las cadenas de televisión, las cuales ofertan gratuitamente clases online con determinados profesores (tal y como ocurrió con Clan y La 2).

Como estudiante que está viendo estos problemas en primera persona (existen compañeros míos que están teniendo estos problemas comentados), no veo una respuesta alternativa por parte de todos los profesores. Dan por hecho que todo el mundo tiene un dispositivo con el que puede acceder a realizar X tareas o que va a poder examinarse tal día a tal hora. Lo que no sé si dan por hecho es que al inicio del curso pagamos una matrícula que ya supone un esfuerzo económico para muchas familias. Tampoco veo una repuesta alternativa por parte del gobierno autonómico/provincial. En otras comunidades han tomado medidas igualitarias para tratar de subsanar estas diferencias socioeconómicas que dificultan el seguimiento de muchas asignaturas por parte de una parte del colectivo estudiantil. Eso no ocurre con Castilla-La Mancha, y mucho menos con Toledo.

Creo que se deberían de haber tomado una serie de medidas respecto a algunos colectivos, como ocurre con nosotros, los alumnos que hemos visto afectadas muchas de nuestras clases. Puedes ver más información acerca de la opinión de 98 estudiantes que rellenaron un formulario creado por mí en el que analizo su punto de vista y lo que piensan de la calidad de las clases virtuales, del trabajo de los profesores y de otras cualidades y factores que afectan al correcto funcionamiento y continuidad de las clases aquí.

Comentarios

Entradas populares