El Bullying. Entrevista A Una Víctima

Me apetecía hacer una entrada que hablara del acoso escolar o bullying. El problema era que no sabía por dónde abordarlo ni cómo trabajarlo, puesto que es un tema muy teórico al que yo quería darle otro enfoque. Entonces, una muy buena amiga mía, Alba Martínez, la cual había sufrido bullying durante toda su etapa de Educación Primaria, me había ofrecido su ayuda si la necesitaba, porque ella entendía del tema mejor que lo que podría darme internet. Ahí fue cuando se me iluminó la bombilla, y le propuse el concederme una entrevista contando su testimonio. Ni se lo pensó dos veces en decirme que sí. Así que aquí traigo la entrevista que le he realizado, para finalizar a modo de conclusión con una reflexión acerca de este tema tan delicado y tan presente en nuestras vidas aún.

Fuente: https://www.serpadres.es/3-6-anos/educacion-desarrollo/articulo/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-el-bullying-101454933553

Carlos: Antes de nada, muchas gracias por tu valentía y por haber aceptado esta entrevista para hablarnos de tu experiencia sobre el bullying. ¿Cuándo empezó todo?

Alba: Gracias a ti por darme la oportunidad de ser la voz de otras muchas personas que se han visto en la misma situación o que puede que lo estén pasando ahora. Todo esto comienza cuando yo tenía cinco años. En el patio de mi colegio había una especie de túnel hecho con ruedas y unos compañeros me dijeron: "Vamos a pasar por debajo de las ruedas". Era un juego muy común entre todos los niños y niñas del patio. Pasaron primero y, posteriormente, pasé yo. Cuál fue mi sorpresa que, cuando me disponía a pasar por debajo de la última rueda, uno de ellos se sentó encima de mí, inmovilizándome y el otro niño con el pie me tiraba arena a la boca. Ese es el momento que da comienzo a un sin fin de burlas y ataques contra mí que durarían seis años más.

C: ¿Cómo te sentías al comienzo? ¿Y conforme todo fue evolucionando?

A: Al comienzo de todo, en 1º de Primaria, no era consciente de la situación y tampoco me lo tomaba en serio. Yo pensaba que era un "juego" y que mis compañeros no lo hacían con mala intención. Tardé poco en entender la realidad, y ese mismo año, era completamente consciente de lo que me estaba pasando. Supe ponerle nombre porque ese mismo curso nos dieron una charla sobre el acoso escolar que, claramente, en mi caso no sirvió de nada, puesto que mis compañeros siguieron haciendo lo mismo e incluso con mayor intensidad y frecuencia. 

Fue a partir de 2º de Primaria cuando la situación alcanzó unos niveles insostenibles. Era una situación horrible y decidí contárselo a uno de mis profesores. Esta decisión no fue fácil de tomar. Pese a armarme de valor para contarlo, el profesor no solo no hizo nada, sino que además mis compañeros se enteraron y las represalias fueron horribles. Fue en ese momento cuando recibí mi primera agresión física: puñetazos, patadas... y, por supuesto, todo esto acompañado de insultos que venían siendo frecuentes desde el inicio de este infierno.

Todos sus insultos y agresiones contra mí los basaban en mi aspecto físico, solo por el hecho de ser gorda fui durante seis años objeto de sus burlas e insultos. Esto no solo me afecto a nivel académico, porque mis notas bajaron el primer año, sino que tenía pánico al colegio, no quería ir por nada del mundo. Además, tuve una época en la que no era capaz de relacionarme con ningún niño que no formara parte de mi familia; tenía miedo de que los demás niños me hicieran lo mismo que los compañeros de mi clase.

C: ¿Sabían algo tus padres? ¿Se lo contaste? ¿Por qué?

A: Mis padres no sabían nada. No se enteraron hasta 6º de Educación Primaria, puesto que o se lo conté, porque la situación era insostenible, no podía más y ya tuve que contárselo. No lo hice antes porque tenía miedo por las represalias que pudieran tomar mis compañeros contra mí, como hicieron cuando se lo conté a uno de mis profesores.

Mis padres lo sospechaban, puesto que veían los múltiples moratones con los que yo llegaba a mi casa casi a diario. Yo ponía como excusa que me caía en el patio del recreo. Siempre que podía intentaba llevar pantalón largo y manga larga para tratar de taparlos y que no se notara.

C: ¿Y los profesores? ¿Conocían la situación? ¿Hicieron algo la respecto?

A: La gran mayoría de profesores conocían la situación porque se notaba a simple vista: en clase me sentaba sola y no me relacionada con mis compañeros, los trabajos en grupo siempre los hacía sola, los moratones se veían, los recreos los pasaba sola... La situación se hacían notar, pero ninguno actuó. Por suerte, tuve un gran profesor en 6º de Primaria que me ayudó a salir de esta situación.

C: Respecto a las personas que te hicieron bullying: ¿había solo acosadores que te maltrataban de manera física/verbal o también recibiste bullying pasivo?

A: Yo recibí acoso pasivo y activo. Había personas que me agredían físicamente y verbalmente y, los que no lo hacían, contemplaban la situación sin decir nada y muchos de ellos me amenazaban con más palizas y más insultos si yo se lo contaba a algún profesor y a mis padres.

C: ¿Cómo se solucionó todo?

A: La situación se zanjó en 6º de Primaria gracias a la ayuda de mi profesor de ese curso, que fue quien me preguntó cuando se comenzó a dar cuenta de la situación, me ayudó a contárselo a mis padres y reunió a todos los padres de mis acosadores para ponerles al tanto de la situación. Después de esto, recibí la que fue la peor y mi última agresión por parte de mis compañeros tras enterarse sus padres. En esta agresión, mi profesor me ayudó y evitó que la cosa fuera a más.

C: ¿Se te ocurre alguna manera de implementar en las aulas campañas o charlas acerca del bullying y sobre cómo evitarlo? ¿Crees que ayudaría a acabar con este tipo de situaciones?

A: Las charlas y campañas contra el bullying son muy necesarias porque todavía a día de hoy, por desgracia, hay muchos niños y niñas que tienen que vivir este tipo de situaciones. 

Desde mi punto de vista, las charlas deben abandonar esa postura teórica, porque la teoría la sabemos todos. Yo creo que lo que hacen falta son experiencias y vivencias reales para que los niños se conciencien de que es real y los que están siendo acosados tengan un espejo en el que mirarse para poder actuar y frenar la situación.

C: ¿Algo más que quieras añadir de tu experiencia a modo de conclusión para cerrar esta entrevista?

A: Todavía a día de hoy es un tema del que me cuesta hablar y no puedo contener las lágrimas cuando lo hago. Muchas veces pienso que es un mero recuerdo del pasado, pero cuando ese recuerdo vuelve a mi memoria me doy cuenta que todavía es un recuerdo sin superar del todo. Es una herida que sana pero nunca termina de cicatrizar por completo. Yo siempre digo que prácticamente no tuve infancia, porque tuve que madurar muy pronto, pero también esa madurez me ha permitido tomar decisiones firmes en mi vida.

Pese a todo lo malo por lo que pasé, quiero quedarme con lo bueno. Creo que todo lo malo que nos pasa en la vida, de una manera o de otra, nos hace ser más fuertes. Es algo que aún me duele, pero, sería capaz de volver a pasar millones de veces por ese dolor si me dan la certeza de que voy a tener la vida que tengo actualmente, que voy a contar con el apoyo y el cariño que tengo ahora y que, por supuesto voy a tener a los grandes amigos que tengo actualmente, entre ellos, Carlos, entrevistador y autor de este blog. Todo el dolor y el sufrimiento merecieron la pena.

Por último, darle las gracias a Carlos por la oportunidad que me ha brindado y darle las gracias por ser mi gran apoyo y por estar siempre a mi lado. Gran persona y grandísimo amigo.



Antes de concluir y dar mi punto de vista acerca de la vivencia contada por Alba me gustaría agradecerle por aquí la confianza y la valentía que ha tenido para colaborar conmigo y por ayudarme a dotar de verdad este artículo. No apoyo en absoluto esa frase que dice que "sería capaz de volver a pasar millones de veces por ese dolor si me dan la certeza de que voy a tener la vida que tengo actualmente", porque creo que nadie merece pasar por esa situación. Lo único que puedo añadir de Alba es que es una gran persona de la que he aprendido mucho, porque pese a ser dos años más pequeña que yo, es mucho más madura. Siempre le estaré agradecido por aparecer en un momento de mi vida en el que perdí dos amigos a los que consideraba dos pilares fundamentales de mi vida tras una acalorada discusión. Desde entonces, además de otras personas, Alba ha llenado ese hueco y creo que por las líneas que acabas de leer se aprecia a simple vista que es una mujer valiente, luchadora y con coraje. ¡¡Gracias por haber querido formar parte de este blog!!

Y dejando de lado la parte personal y volviendo a enfundarme en mi perfil como estudiante universitario, tenemos ante nosotros una situación real. He sufrido leyendo esas líneas repletas de heridas y momentos tan duros. Además, lo que me llama la atención de este caso es que fue un acoso escolar que duró durante seis años. Me reitero en mi comentario del párrafo del anterior: creo que nadie debería pasar por ese infierno. Me parece absolutamente injusto. Los futuros maestros de Educación Primaria debemos estar preparados para este tipo de situaciones. No sólo para evitar escenarios en los que haya un enfrentamiento físico dentro del entorno escolar, sino también en los escenarios digitales, porque con el auge de la tecnología, nuestros alumnos van a estar inmersos en ese mundo. Y de ahí, probablemente surjan variantes del bullying, como el caso del ciberbullying. Por ello, creo que el maestro de Educación Primaria debe de conocer a sus alumnos, vigilarlos y al mínimo indicio de situaciones que no encajen en la rutina de los mismos, ponerles solución cuanto antes.

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